27/3/2013. La playa de Sardina fue sin duda la playa de mi niñez. Allí pasamos innumerables horas disfrutando de la familia, de los amigos y de todo lo que nos ofrecía la playa a principios de los ochenta. Mi padre, a pesar de no saber nadar, ya disfrutaba de esa misma playa en su adolescencia y juventud, una muestra de lo importante que ha sido Sardina como recurso de ocio para los habitantes del entorno.
La playa de Sardina se encuentra situada en el noroeste de Gran Canaria, orientada al sur-suroeste. Se encuentra, por tanto, al abrigo de los vientos más frecuentes en la isla, los alisios, y del oleaje predominantemente del norte. Esto le da a este entorno una aire casi idílico, de calma constante de la que se puede disfrutar durante casi todo el año.
Otras muchas playas del norte de Gran Canaria han solucionado su exposición al oleaje construyendo piscinas seminaturales, que reciben agua con marea alta y la mantienen con marea baja. Es el caso de los Dos Roques, El Agujero, Roque Prieto, El Altillo...
Mi padre me comentaba que en Sardina también habían hecho una piscina, uniendo los brazos de los muelles que conocí yo, ya en los ochenta. Con orgullo, además, me contaba que había conseguido llegar nadando de una punta a la otra de la piscina. En casa guardamos alguna foto en la que aparece disfrutando de la piscina con algunos de sus amigos.
Siempre me llamó la atención cómo habría sido aquella piscina. Recientemente, Grafcan ha puesto a disposición pública lo que ellos llaman la Fototeca, es decir, las imágenes históricas que se han ido tomando con medios aéreos. Esta Fototeca es todo un viaje en el tiempo, hacia el pasado, en este caso hasta principios de los 60. En los últimos años hay varias imágenes por año, aunque no así en los 60 y 70. No obstante, el conjunto de imágenes es suficiente para ilustrar lo que pretendemos en esta entrada: que la playa de Sardina del norte ha sufrido importantes cambios en la segunda mitad del siglo XX.
Como indican las crónicas históricas, en Sardina recalaban gran número de barcos por ser precisamente una zona en la que se podía fondear con una cierta tranquilidad. Sin embargo, no fue hasta finales del siglo XIX cuando se hicieron los primeros proyectos para la construcción de un muelle, cuya construcción terminaría hasta unos 30 años después. A partir de ese momento y tras la construcción de la carretera que llegaba hasta Sardina, el muelle se convirtió en una zona de embarque de mercancías y de intercambio comercial.
El archivo de fotografía histórica de la FEDAC nos ofrece una imagen de los muelles de Sardina, de la década de los años 20, cuyo autor es Teodoro Maisch. Aquí mostramos una parte de esa imagen, la que corresponde con la zona de los muelles. Ahí se puede ver el muelle viejo, el que se construyó a finales del siglo XIX, y al fondo el muelle Fyffes y el muelle nuevo. Y es precisamente en estos dos muelles, el Fyffes y el nuevo, donde nos vamos a centrar en las imágenes aéreas de la Fototeca de Grafcan, porque fue ahí donde se hizo la piscina.
Muelles de Sardina en la década de los 20. Extraída del archivo de fotografía histórica de la FEDAC.
1962
La imagen más antigua en la base de datos de Grafcan es de este año. En ella se ve el muelle Fyffes, a la derecha, y el muelle nuevo, a la izquierda. El agua llega hasta prácticamente la carretera, con unas pocas piedras en su zona nordeste.
1965
La siguiente imagen es de unos tres años después. Aquí ya se han unido el muelle Fyffes con el muelle nuevo, formando la piscina que me contaba mi padre, con una anchura máxima cercana a los 100 m.
1977
Lamentablemente, se produce un salto importante entre los años 1965 hasta 1977. Aquí vemos que se ha desecho la piscina, como consecuencia probablemente de los embates del mar. Como decíamos antes, esta zona de la isla está al abrigo del oleaje del norte, pero completamente expuesta al oleaje del sur. Normalmente, las tormentas más importantes en Canarias vienen del sur, con lo que se trata de un oleaje con gran poder destructivo. Una constante a lo largo de la historia de los muelles de Sardina es su destrucción por el oleaje y su posterior reconstrucción.
Por otro lado, ahora se observa que se ha generado una playa de piedras con una extensión notable, que ocupa más de la mitad de la superficie de la piscina disponible en 1965.
Ésta será, en esencia, la configuración de la playa en los años siguientes, y la que conocí en mi niñez.
1980
De forma muy similar a 1977, aquí se ve con nitidez la gran extensión que había de piedras, donde instalábamos casetas, sombrillas o lo que hiciera falta para disfrutar de un día de playa.
1989
A finales de los 80 se producen una serie de cambios en la playa que la hipotecarían durante un buen número de años, dejándola prácticamente inservible como zona de ocio para bañistas. Se construyó una rampa para los barcos y se delimitó la parte trasera de la playa con respecto de la carretera. También se arregló el muelle nuevo, dándole algo más de longitud. Fueron obras que removieron el fondo de la playa y generaron gran cantidad de residuos, los cuales enturbiaron el agua de la playa, siempre caracterizada por su saludable transparencia.
1994
A mediados de los 90 se amplió el muelle nuevo, dándole una importante longitud con respecto del muelle Fyffes. Las obras habían acabado hace años y la playa quedó reducida de forma notable, aunque las aguas poco a poco volvían a lucir transparentes.
1998
A finales de los 90 el muelle nuevo sufre los embates de un temporal del sur y pierde buena parte de su longitud, quedando igualada a la del muelle Fyffes. La superficie de piedras se fue reduciendo poco a poco; la imagen inferior es seguramente engañosa porque tal vez se tomó en marea llena.
2002
A pesar del paso del tiempo, cuando había marea alta era inevitable que las aguas volviesen a tomar ese tono turbio.
2011
Un nuevo temporal en febrero de 2010 se lleva por delante buena parte del muelle nuevo. La solución en este caso pasa por hacer un rompeolas, sin incrementar la longitud del muelle.
2012
Ésta es la imagen más reciente en la base de datos de Grafcan, donde se puede ver la actual configuración de los tres muelles: viejo (a la derecha), Fyffes (en el centro) y nuevo (a la izquierda).
En resumen, la playa de Sardina ha sufrido importantes modificaciones por parte del hombre, bien para favorecer el tráfico de mercancías o bien para promover recursos de ocio. En cualquier caso, como dice la gente de mar, el mar sabe lo que le pertenece, y cuando quiere lo recupera.
Referencias
El Mar en el oeste de Gran Canaria. 2004. Francisco Suárez Moreno. Infonortedigital.com. 210 pp. www.infonortedigital.com/publicaciones/docs/33.pdf .
Sardina, puerto del Atlántico. 1979. Francisco y Antonio Rodríguez Batllori. Memoria Digital de Canarias. 200 pp. http://mdc.ulpgc.es/utils/getfile/collection/MDC/id/1468/filename/1474.pdf, 39 Mb.